Los límites de velocidad son restricciones impuestas a la frecuencia de solicitudes que puede procesar una API. Los límites de velocidad son necesarios para garantizar que los recursos del servidor no se sobrecarguen, evitar ataques maliciosos y crear una gran experiencia de usuario tanto para los usuarios como para los desarrolladores de aplicaciones.
Los límites de velocidad se aplican por usuario o dirección IP y pueden establecerse como números absolutos de peticiones o peticiones por periodo de tiempo. Por ejemplo, una API podría imponer un límite de 10 solicitudes por segundo de un usuario individual o dirección IP. Cuando se supera el límite de velocidad, la API responderá con un error en lugar de con los datos solicitados para limitar la demanda en el servidor. Los límites de velocidad también suelen aumentar con las solicitudes autenticadas, ya que la autenticación suele aplicarse a los datos o recursos más importantes.
Los límites de velocidad son importantes porque protegen la funcionalidad y disponibilidad de la API garantizando que haya suficientes recursos disponibles para ofrecer el rendimiento deseable. Sin límites de velocidad, los usuarios malintencionados o los scripts automatizados podrían hacer que una API se sobrecargara de solicitudes, lo que provocaría un rendimiento deficiente y haría que la API no estuviera disponible para los demás.